En 1929 Kalle lanzó al mercado la tripa artificial para embutido Nalo, poniendo fin a la hegemonía de la tripa natural en los anaqueles de las charcuterías. Las tripas artificiales sin costuras de viscosa siguen siendo hoy un importante pilar de apoyo para Kalle. Estos productos están disponibles, además, en una gran variedad de tipos que en 1929 era aún inimaginable.
[Las tripas artificiales Nalo están hechas de celulosa derivada de la madera. A través de varios pasos de producción, la celulosa se transforma en viscosa. Este avance se produjo en 1929 cuando Kalle transformó el material sintético pasándolo a través de toberas anulares y transformándolo en un tubo sin costuras. De ahí procede el nombre de producto Nalo, del alemán «nahtlos», sin costuras. Para el refuerzo mecánico se utilizó generalmente un papel de fibra larga, similar al utilizado para las bolsitas de té o de café. Este se denomina «tripa fibrosa».
Tanto la viscosa como el papel de fibra se obtienen a partir de materias primas renovables. Por tanto, las tripas artificiales para embutido de viscosa de Kalle siguen siendo una buena elección para los clientes y consumidores concienciados con el medio ambiente.
Un clásico en variadas formas y colores
En la actualidad, las tripas artificiales de viscosa puros de Kalle, disfrutan de una gran predilección por los fabricantes de embutidos tradicionales debido a su gran transparencia y buena permeabilidad al humo. Ya se trate de embutidos crudos, escaldados o cocidos ahumados, para salazones o también para queso fundido: Kalle ofrece tripas artificiales de celulosa en todas las posibles variantes: en forma de corona, burbuja o cilindro, en envoltura que conserva su forma o moldeable, y en varios matices de color.
La tripa fibrosa de Kalle se ha convertido, por el contrario, en la envoltura utilizada generalmente para un embutido crudo resistente al corte, sobre todo cuando se requiere precisión de calibre para loncheado. La mayor parte del salami para pizza del mundo ha sido curada en tripa Kalle.